Y así ha sido porque la joven actriz, con sus veintidós años, ha disfrutado como un niño con zapatos nuevos en el rodaje de «The Perks of Being a Wallflower» (algo así como «Las ventajas de ser un marginado»), con dirección de Stephen Chomski, que ya está llegando a las pantallas en distintos países. «Durante el rodaje -ha comentado Watson- sentí como si viviera mi adolescencia a toda velocidad. En siete semanas, he aprendido todo lo que me perdí con Harry Potter».
También explica la actriz que las noches en en el hotel en la que se alojaba el equipo del filme fueron muy divertidas e intensas y que aquello «parecía una comuna hippie». Igualmente, Emma Watson ha comentado que durante todo el tiempo que se dedicó a Harry Potter «me hizo sentirme muy aislada, y solo ahora he llegado a conocerme más a mí misma y sentirme bien bajo mi propia piel».
